Se veía flaco, el decía que todavía no se recuperaba bien, yo no me
cansaba de joderlo, "ya come, te quedó grande el muerto.." y cosas
así, pero en verdad que cada día se veía más flaco. De hecho era la
"comidilla" a la hora de la comida, "que flaco se ve, ese ñiño", "no
esta comiendo bien", señora sirvale doble y pongale de la grasita del
caldo llegue a gritar en varias ocaciones.
En las tardes su cigarrito, siempre de buen animo, trabajador y
sonriente, en esta oficina quedan pocos como él.
Hoy me dicen que esta muy grave, que puede ser que se muera, yo solo
pusé en la tarjeta que le vamos a mandar de aqui "te queremos ver
gordo de nuevo" creo que resume todos los clicheosos deseos, pero la
cara de tristeza del que nos mantiene al tanto de su salud y quien le
va a llevar la tarjeta no ayuda, hasta pensé en ponerle: "te veo en le
cielo cabrón por que tú si eres buena bestia". La tarjeta esta llena
de firmas, bueno ni tan llena ya no somos tantos como antes, pero no
hay como sentirse querido, ojala sienta el cariño de todos sus
compañeros de trabajo.
Yo me puse triste, así del triste de mucho, no se por que, tal vez se
me han juntado cosas, emociones, cambios, sustos y gustos, tal vez no
me gusta saber que la gente joven se muere por que me recuerda que
estoy joven y que también me muero, o tal vez es que ya no tendré a
quien hacerle el chiste del traje del muerto.
Creo que a todos a los que quiero les he dicho que los quiero, pero si
no... es que no los quiero.
P.
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